Es propósito de este libro proveer elementos para el análisis de algunos presupuestos culturales desde un enfoque evolutivo y neurocognitivo. La sola idea de pensar en la posibilidad de que el ser humano carezca de una auténtica «libertad» de pensamiento y de que uno de los «motores» germinales de sus acciones se nutra de afanes hedonistas, probablemente genere resistencias. Pero atrevámonos y sumemos otra visión a la utilizada por filósofos desde la antigüedad. En su sentido explicitado por el uso común el concepto de «libertad» de pensamiento asume no depender de condicionantes. Este uso tornaría marginal la cuestión de fondo: el verdadero origen o naturaleza de la construcción de nuestros pensamientos introspectivos y manifiestos.
En ese contexto –posiblemente respondiendo a una concepción dualista de la condición humana– cuando hablamos de «libertad» solemos idealizar nuestras reales capacidades y tendemos a ignorar nuestras inevitables limitaciones: las que provienen de nuestro origen y constitución biológicos y de nuestra historia socio-cultural personal. En realidad, basados en estas consideraciones, el concepto de «libertad» configura una metáfora, la construcción literaria de una utopía, a la cual el uso habitual ha terminado por atribuirle el carácter de una ilusoria realidad. En otras palabras, es un término para ser utilizado en construcciones ficticias, o poéticas, o en un contexto literario en general. En estas páginas se intentará fundamentar las limitaciones mencionadas y la noción de que, en realidad, solo podemos aspirar a ejercer «grados de libertad».