Este libro analiza el surgimiento y trayectoria de los distintos grupos religiosos en Tucumán a lo largo de los siglos XIX y XX. La preeminencia del catolicismo, en función de su tradicional presencia y su incidencia en el tejido social y cultural de la provincia, se refleja en la estructura de esta obra. Si bien se centra principalmente en la historia de la Iglesia Católica, el relato propuesto reconoce otras influencias religiosas. En efecto, desde principios del siglo XX se puso en marcha un proceso de diversificación del campo religioso producto del ciclo inmigratorio, mediante el cual se establecieron en nuestra provincia las comunidades judía, musulmana, católica ortodoxa, maronita y las iglesias herederas de la Reforma (hermanos libres, metodistas y anglicanos). Paulatinamente, las distintas confesiones se fueron afirmando y fundaron sus propias iglesias, templos y espacios de culto, recorrido que este libro analiza. De ese modo, asumimos el desafío de una mirada de larga duración que busca dar cuenta de la complejidad del campo religioso tucumano y dejar planteados interrogantes a futuro.
El texto propone un abordaje de las instituciones religiosas en tanto organizaciones complejas y heterogéneas, cuyos actores entablaron relaciones atravesadas por conflictos, desencuentros y rupturas. Lejos de las visiones monolíticas, en esta obra emergen las voces disonantes y las prácticas inéditas que rompieron los discursos hegemónicos. Siguiendo a Michel de Certeau, los hombres y mujeres creyentes que protagonizaron esta historia reflejaron una singularidad imposible de ser reducida al relato dominante que proclama cada institución. Ciertamente, muchos de ellos pusieron de manifiesto las disidencias, la discontinuidad y las prácticas que subvirtieron las normas impuestas.
En esa dirección, el libro busca condensar distintas perspectivas sobre las comunidades religiosas. En lo que respecta a la Iglesia Católica, la investigación analiza las políticas institucionales desplegadas por la jerarquía eclesiástica, su interrelación con el laicado y el clero diocesano, e incorpora la presencia de las distintas congregaciones religiosas. Esta mirada, que reúne la multiplicidad de actores eclesiales, permitió vislumbrar los diferentes modos en que estos intervinieron en la dinámica política y social. Uno de los temas que vertebra el estudio son las transformaciones de la relación entre la Iglesia y el Estado a lo largo de dos siglos. En ese sentido, el derrotero de la institución eclesiástica se volvió indisociable de los avatares de la historia política y social tucumana. El análisis de los otros grupos religiosos también abreva en esa perspectiva. La historia de la población no católica se encuentra íntimamente relacionada al fenómeno inmigratorio y los problemas de intolerancia derivados de ese proceso. A pesar de las normativas cosmopolitas de las constituciones nacional y provincial, las minorías religiosas experimentaron las resistencias a su integración en una sociedad que se referenciaba en la matriz cultural católica.
Nuestro estudio se asienta, principalmente, en la producción historiográfica nacional de las últimas dos décadas, que contribuyó a renovar los abordajes sobre la Iglesia Católica y las minorías religiosas. En gran medida, dichos trabajos complejizaron la mirada sobre las instituciones religiosas desde perspectivas que integraron la historia política, social y cultural y construyeron interpretaciones que desentrañaron sus fisonomías y formas de funcionamiento. Este impulso historiográfico impactó en nuestra provincia, promoviendo un caudal de estudios de gran utilidad para esta investigación. Sin embargo, los campos sin explorar siguen siendo numerosos, desafío que esperamos que este libro contribuya a confrontar.
Desde el punto de vista de las fuentes, los Archivos del Arzobispado de Tucumán, Obispado de Concepción y Archivo Secreto Vaticano fueron fundamentales en este proceso de investigación. Allí se encuentran cartas, informes, memorias, mapas, publicaciones oficiales, estadísticas, fotografías, entre otros, que componen un rico corpus documental, complementado con los fondos del Archivo Histórico de la Provincia y la prensa escrita local, principalmente el diario La Gaceta. Finalmente, los testimonios orales nos introdujeron en los recuerdos personales, historias de pequeña escala que nos permitieron captar aspectos de la vida cotidiana, sentimientos y creencias de los protagonistas de la historia reciente.
Esta obra se estructura en seis capítulos. El capítulo 1, autoría de Cynthia Folquer y Sara Amenta, abarca el período comprendido entre 1810 y 1853, signado por la participación de los actores eclesiásticos en las guerras de independencia y en el conflictivo derrotero político posterior. El capítulo 2, a cargo de C. Folquer y Esteban Abalo, se abre con el período constitucional iniciado en 1853 y se cierra con la finalización del Obispado de Bernabé Piedrabuena en la década de 1920. En esta etapa la Iglesia buscó definir sus áreas de competencia frente a la conformación del Estado provincial y nacional. La creación del Obispado de Tucumán en 1897 y la gestión del primer obispo titular Pablo Padilla y Bárcena sentaron las bases de la Iglesia en la provincia. El tercer capítulo (1930-1955), autoría de Lucía Santos Lepera, analiza el período de consolidación institucional y fortalecimiento de la autoridad obispal durante la gestión de Agustín Barrère y examina la compleja relación establecida con el gobierno peronista. El capítulo 4 (1955-1976), a cargo de L. Santos y C. Folquer, se centra en uno de los períodos más convulsionados de la historia de la Iglesia, en la que el impacto del Concilio Vaticano II se conjugó con la crisis de la agroindustria azucarera para acelerar los tiempos de la radicalización política y la fractura al interior de la institución. La trayectoria de la Iglesia Católica durante la última dictadura militar, el retorno de la democracia y los desafíos que estos procesos plantearon a la agenda católica es abordada en el capítulo 5 (1976-2001), autoría de L. Santos y E. Abalo. Finalmente, el sexto y último capítulo a cargo de C. Folquer pone en escena la diversidad religiosa y el lento proceso de diálogo interreligioso iniciado con los postulados del Concilio Vaticano II. El relato se organiza desde una perspectiva cronológica según como fueron estableciéndose en la provincia las diversas confesiones. En ese sentido, se abordan las comunidades judía, las iglesias reformadas (hermanos libres, metodista y anglicana), la Iglesia Católica ortodoxa, la de rito maronita y los musulmanes. En virtud de estas consideraciones, el amplio recorrido que este libro propone no pretende ser exhaustivo como tampoco desconoce los aspectos que aguardan ser analizados con el fin de contribuir a un conocimiento más acabado del campo religioso en Tucumán. Los temas tratados constituyen acercamientos puntuales a un vasto campo de investigación que espera ser explorado, respetando el enfoque de cada autor a cargo de los respectivos capítulos.
En la elaboración de este trabajo se sumaron Sara Amenta y Esteban Abalo, miembros del Instituto de Investigaciones Históricas «Prof. Manuel García Soriano» de la UNSTA. Agradecemos su predisposición al diálogo y su colaboración para llevar a buen término esta empresa. No queremos dejar de reconocer la ayuda brindada por los pasantes designados para este proyecto (Luciano Mónaco, Nicolás Díaz Cisneros, Solange Robles e Ignacio Sánchez) quienes nos asistieron en la búsqueda de fuentes documentales. Colaboraron con orientaciones y nos facilitaron bibliografía: Iris Schkolnik, Victoria Cohen Imach, Claudia Touris, Leandro Lichtmajer, Silvia Nassif, Norma Ben Altabef, Raúl Feler, Juan Manuel Alurralde, Mariana Zossi, Soledad Aráoz, Elisa Solís. Los testimonios orales ocuparon un lugar importante en el desarrollo de este trayecto de investigación. Agradecemos la apertura y la confianza de quienes nos brindaron sus recuerdos y buscaron en sus archivos personales documentos y fotografías que enriquecieron nuestro estudio. Finalmente, la iniciativa de las autoridades del Ente Provincial del Bicentenario fue fundamental para impulsar este proyecto editorial y el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para materializarlo. María Celia Bravo nos brindó su confianza y la oportunidad de asumir este desafío que esperamos multiplique el interés por el estudio de la historia de las comunidades religiosas en nuestra provincia.