Un persistente sentido común historiográfico, y también político, tendió a homologar los orígenes del peronismo con la formación de una clase trabajadora madura. Según esa visión, sólo a partir de 1945 se habría consolidado en la Argentina un movimiento obrero moderno y sólidamente implantado, tanto arriba como abajo, enhebrando la fortaleza de una amplia estructura gremial centralizada con la gravitante presencia de instancias sindicales de base. Acerca de esta última dimensión, los diagnósticos muchas veces convergieron en torno a la misma idea: la verdadera historia de las comisiones internas y los cuerpos de delegados no se iniciaron sino con el modelo sindical de masas asociado a la experiencia del nacional-populismo estatista. Allí parecía ubicarse el comienzo relevante de la organización obrera en el sitio de trabajo, es decir, nunca antes de mediados de la década de 1940. Pero, como se venía señalando en algunos estudios, ¿no había acaso una larga etapa previa donde la acción de los trabajadores en talleres y fábricas ya había despuntado bajo el repertorio de diversos organismos de base, se había expresado en múltiples refriegas moleculares con los capitalistas, se había coordinado sobre los principios de la solidaridad de clase e, incluso, había hecho todo esto, en buena medida, a partir de una intervención consciente de las izquierdas? En esta lúcida y fundamentada investigación, Diego Ceruso brinda elementos contundentes para ratificar una respuesta afirmativa a estos interrogantes. Amparado en un relevamiento notable de fuentes primarias, por su cantidad, su calidad y por el modo en que el autor logró extraer de ellas indicios de una realidad frecuentemente ignorada, el libro reconstruye de manera meticulosa los caminos de la lucha y la organización del proletariado industrial en el lugar de trabajo. La originalidad y la especificidad de la obra es clara: elige para su examen la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, entre 1916 y 1943, seleccionando las ramas claves (metalúrgica, textil, gráfica, calzado, madera, carne, construcción). Sorteando todo objetivismo, demuestra que la militancia obrera se constituyó en las fábricas mediada por las corrientes políticas de izquierda: anarquistas, sindicalistas, socialistas y comunistas. Se trata de una de las contribuciones recientes más eficaces a la historia del movimiento obrero y sus vínculos con la izquierda en la Argentina de la primera mitad del siglo XX.
La izquierda en la fábrica
catalogo, Historia Argentina Moderna, Marxismo, Movimiento Obrero, Movimiento Sindical, Peronismo, SocialismoAutor: Diego Ceruso
Un persistente sentido común historiográfico, y también político, tendió a homologar los orígenes del peronismo con la formación de una clase trabajadora madura. Según esa visión, sólo a partir de 1945 se habría consolidado en la Argentina un movimiento obrero moderno y sólidamente implantado, tanto arriba como abajo, enhebrando la fortaleza de una amplia estructura gremial centralizada con la gravitante presencia de instancias sindicales de base. Acerca de esta última dimensión, los diagnósticos muchas veces convergieron en torno a la misma idea: la verdadera historia de las comisiones internas y los cuerpos de delegados no se iniciaron sino con el modelo sindical de masas asociado a la experiencia del nacional-populismo estatista.
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$30.000
Peso | 491 g |
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Dimensiones | 22 × 15 × 2,13 cm |
ISBN/ISSN | 978-950-793-193-2 |
Autor(es) | Diego Ceruso |
Idioma | Español |
Páginas | 320 |
Fecha de edición | 09/2015 |
Editorial | Imago Mundi |
Medidas | 15 x 22 cm |
Encuadernación | rústica |