El exilio como respuesta o alternativa a la persecución y el exterminio de opositores y militantes populares, desatados por los regímenes dictatoriales de la década del setenta en nuestros países, ha sido un elemento determinante de la experiencia política (y de vida) de miles de sudamericanos, más aquéllos oriundos del Cono Sur, entre los que se incluyen los rioplatenses, uruguayos y argentinos.
Mujeres y hombres arropados en otras pieles, ensayando pasos desconocidos y mimetizándose en una tundra social no siempre receptiva, con la esperanza de volver a empezar, pero también con la premisa de no olvidar. Otra vida que lleva como impronta pérdida y dolor, pero también la alegría de vivir, y la obligación de hacerlo, como homenaje a los que ya no están.
Memorias impersonales. Fantasmas en el exilio, traza un puente entre las dos orillas del Plata, (no sin paradas intermedias), aunando pasiones y desasosiegos: de Sendic y los peludos, a la Argentina conflictiva del retorno de Perón, de Alberto Spencer, Peñarol y Rampla, al River de Amadeo Carrizo; de Valizas, a París, Roma, Ámsterdam o Buenos Aires. Sendero a veces sinuoso, contradictorio y resbaladizo, con muchas preguntas, buena pluma y algunas certezas: festejar la amistad, el placer, los afectos, la memoria y a los compañeros. No es poco.